La asepsia tan fría de la foto da paso al miedo, que te sobrecogee cuando la vida está pendiente de un diagnóstico o unos análisis... Yo he pasado por eso y hasta que no sabes el resultado, parece que te falta el aire...
los silencios son dolorosos y a la vez inquietantes, y uno se dedica a hablar a ese otro sin respirar siquiera, pensando que el silencio puede terminar con todo...
todas las obras de Edward Hooper son muy queridas por mí. Un gusto pasar por acá. Saludos.
Emmagunst, gracias por dejar tu comentario; es un placer recibirte por aquí. Los cuadros de Edward Hopper, como ves, están repartidos por todo mi blog. Me fascina... Voy a dedicarle dos entradas, por lo menos. Un cariñoso saludo.
La asepsia tan fría de la foto da paso al miedo, que te sobrecogee cuando la vida está pendiente de un diagnóstico o unos análisis... Yo he pasado por eso y hasta que no sabes el resultado, parece que te falta el aire...
ResponderEliminarUn poema hermoso e inquietante.
ResponderEliminarlos silencios son dolorosos y a la vez inquietantes, y uno se dedica a hablar a ese otro sin respirar siquiera, pensando que el silencio puede terminar con todo...
ResponderEliminartodas las obras de Edward Hooper son muy queridas por mí. Un gusto pasar por acá. Saludos.
Emmagunst, gracias por dejar tu comentario; es un placer recibirte por aquí.
ResponderEliminarLos cuadros de Edward Hopper, como ves, están repartidos por todo mi blog. Me fascina... Voy a dedicarle dos entradas, por lo menos.
Un cariñoso saludo.