El alma de la calle, cada noche,
con sus múltiples luces me rodea.
Murmuran las aceras, en la noche,
conquistando mi azadón de pluma y tinta;
me aman, ciegas, las calles,
con su ruido nocturno;
me susurran diálogos de amantes,
misteriosas,
de muertes y navajas...
Las calles tienen alma
anegada de deseo,
y gimen dolorosos placeres
en la noche...
Texto: Carmen Cabeza
Imagen: Dead End, de Jacek Yerka
Hola Carmen cabeza, leyendo tus versos siento el
ResponderEliminargrato placer de haberte conocido, ya hace algún
tiempo soy admirador y seguidor incondicional y
amigo, a la vez de tener la suerte de contarte
entre mis seguidores. Gracias nos vemos...
Un beso
Ángel-Iisidro.
http://elblogdeunpoeta.blogspot.com/
Muchas gracias, Ángel, por tu comentario. Yo también sigo tu blog y te leo con gusto. Gracias de nuevo y un beso.
ResponderEliminarBravo por esa noche inspiradora.
ResponderEliminarMuchas gracias. Es un poema de hace muchos años, porque ahora escribo poca poesía o más bien nada de nada, así que voy tirando de textos antiguos.
ResponderEliminarUn beso.
Carmen Cabeza
Imagen poderosa ese "azadón de pluma y tinta".
ResponderEliminarDifícil de olvidar.
¿Hay algo de determinación imparable, de estigma imborrable, de campesino que atraviesa su vida en un golpe de herramienta?
Tal vez.
Esa expresión la acuñé hace muchos años, cuando escribí el poema, pero ahora no la utilizaría, no sé exactamente la razón, quizá porque me parece un poco anacrónica, quizá porque la simbiosis escritura>herramienta ha perdido fuerza para mí en este momento de mi vida.
ResponderEliminarMe gusta tu pregunta. Gracias por dejar tu comentario en mi blog.
Gracias a ti, Carmen. Por ese compromiso con la palabra.
ResponderEliminarUn abrazo