Después de escribir una novela, queda un largo camino por recorrer si lo que quieres, como es lógico, es que la novela tenga algo de recorrido. Aunque la mayor parte de las grandes librerías y centros comerciales se limitarán a vender tu libro por pedido, hay libreros y libreras que te cederán espacio en sus librerías con gran hospitalidad. En Gijón, el librero de referencia es Rafa, de La buena letra. Y en Mieres, librería La Pilarica ha organizado una presentación super guapa -el pasado 31 de enero- a la que pertenece la anterior fotografía. Fue un placer hablar con el periodista Rafa Balbuena y con el escritor Juan Carlos Becerra sobre literatura, ficción y realidad.
Lo mismo puedo decir del centro Polivalente de Candás, donde presenté Nunca fuimos Ingrid Bergman el pasado diciembre, en compañía de Marusca Dintén, directora de la Biblioteca de Candás. Ese día mantuvimos una charla apasionante sobre literatura en el marco de una jornada inolvidable.
La portada del libro, con un collage de fotos antiguas donde aparecen mis padres cuando eran jóvenes. Parece mentira, pero ese retrato tiene más de setenta años...
Merchandising de regalo. Un detalle encantador de las chicas de la librería La Pilarica. Nos obsequiaron con estas galletas -caseras, riquísimas...- con forma de libro en miniatura y marcapáginas. Me encantan... Me da pena comerlas... ¡Muchísimas gracias!
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