Tuve el placer de presentar a Gustavo Martín Garzo en la Feria del libro de Gijón, celebrada el pasado septiembre. Su última obra, editada por Galaxia Gutenberg, lleva por título: Elogio de la fragilidad.
Me vi obligada a esbozar una especie de resumen sobre el autor, que ha escrito nada más y nada menos que una veintena de novelas, varios libros de ensayo, artículos de prensa, cuentos y literatura infantil…; así que resulta obvio que solo pude referirme a los hitos más importantes de su trayectoria profesional.
Gustavo Martín Garzo, licenciado en Filosofía y Letras, se especializó en Psicología y trabajó como psicólogo clínico en Valladolid, ciudad donde reside. Su primera novela: Luz no usada se publica en 1986, pero es en el año 1993, con El lenguaje de las fuentes, cuando obtiene el Premio Nacional de Narrativa. En 1995 gana el premio Miguel Delibes por su novela: Marea oculta.
Cuatro años después recibe el Premio Nadal por su novela: Las historias de Marta y Fernando. En el 2004 obtiene el Premio Nacional de literatura infantil y juvenil por su obra: Tres cuentos de hadas…, y a ese le siguen diversos galardones y premios como el Ciudad de Torrevieja, el Emilio Hurtado o el Premio de las Letras de Castilla y León, entre otros.
El libro que hoy nos ocupa, Elogio de la fragilidad, es una colección de 40 artículos, la mayor parte publicados originalmente en prensa y otros escritos ex profeso para esta ocasión. Por sus páginas transitan películas, novelas, cuentos, mitos… Algunos son textos autobiográficos, reflexiones personales, consideraciones diversas sobre literatura, cultura y cine... En uno de sus artículos, el autor escribe: “El misterio de la fragilidad es el misterio triste de la belleza, que es una cualidad de lo que nace y tiene que morir, de todo lo que escapa a nuestro poder”. Martín Garzo se asoma a ese misterio, a lo menudo y pequeño, a la finitud de la vida, a su fragilidad. En estos textos encontramos anécdotas y recuerdos de su infancia, con referencias a libros y películas que suponemos son los favoritos del autor, con relatos donde se dan cita, trenzándose en una prosa brillante, directores, escritores, personajes mitológicos, cuentos y leyendas.
Figuran en sus textos, por ejemplo, autoras como Emily Dickinson, Santa Teresa, Isak Dinesen o Natalia Ginzburg, entre otras; escritores como Bram Stoker, Ovidio, Gómez de la Serna o Herman Melville; directores de cine como Buñuel, Pasolini, Jean Renoir o Pedro Almodóvar…; y, los más misteriosos, seres de ficción, personajes creados por la imaginación de sus autores. Una enumeración aparentemente caótica sería la siguiente: Fortunata, de Galdós, Calixto y Melibea, Peter Pan, Wendy, Moby Dick y el capitán Ahab, Drácula o el inefable King Kong, el amante más desgraciado de todos porque su amor es completamente irrealizable…
Por último, señalaré que, además de hablarnos de las obras y los creadores que le han fascinado, Martín Garzo reivindica en este libro la necesidad del arte en nuestras vidas. Como él dice: “La necesidad del relato es inherente a nuestra naturaleza; no nos basta la vida”.
O, lo que es lo mismo, pero parafraseando a Marcel Proust:
“La verdadera vida es la literatura. Gracias a ella se nos revela el mundo. Sin la literatura, nuestra propia vida nos sería desconocida.”
Carmen Cabeza
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