El verso da título a mi poema favorito de Blanca Andreu, extraído de su libro: De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall, con el que consiguió el premio Adonais de poesía en 1981. "El día tiene el don de la alta seda" es un endecasílabo con mucha fuerza, bien por el ritmo yámbico de sus acentos en sílaba par o por la musicalidad de sus sucesivas aliteraciones consonánticas en "D" (que se repite en 4 ocasiones), "L" (otras 4), "N" (sólo dos veces, pero una en sílaba acentuada, con lo cual tiene doble sonoridad) ... ; como siempre, el ritmo es explicable, la belleza, no. Hay misterios que escapan a la retórica, una lectura entre líneas imposible de descifrar por la estilística, un conjunto de signos desconocidos para los semióticos, algo que procede de la revelación y el caos. Este poema de Blanca Andreu, de tono surrealista, posee una musicalidad extraordinaria y unas inquietantes imágenes. Espero que os guste.
El día tiene el don de la alta seda
pétalos desandados por el pie de la noche,
monedas en corolas, eso dije.
Ay Carmen, qué escalofrío, cuánta belleza provoca la muerte y el olvido... qué dolor en esos versos que sangran silenciosos, como la seda alrededor de las venas fluyentes...
ResponderEliminarMagnífico, amiga.
Un beso grande
Estremecedor...y muy bien elegido este poema tan fantástico.
ResponderEliminarMuy bueno el poema Carmen y el cuadro, una maravilla.
ResponderEliminarEl poema es magnífico, Esme, de lo mejor en la poesía de toque surrealista. Por eso lo puse en el blog: me fascina. Y el cuadro, Ana, es de Waterhouse, un pintor del XIX que, para mí, fue el mejor prerrafaelista inglés pero sin ninguna duda. Besos a las dos.
ResponderEliminarQuerida Carmen:
ResponderEliminarGracias por instalar un poema mío en tu blog, y más con la ilustración de Waterhouse, pintor que me fascina. ç
Hace menos de quince días se lo estuve enseñando a una amiga y contándole la historia de la Dama de Shalot, que a causa de un hechizo no podía mirar a Camelot sino a través de un espejo, pues hacerlo directamente suponía su muerte.
Vivió en su torre, tejiendo tapices con las historias que veía reflejadas hasta que un día apareció en su espejo la imagen epifánica de "el mejor caballero del mundo": Sir Lancelot du Lac. Y entonces, a sabiendas, miró a Sir Lancelot, y luego emprendió el camino de Camelot en la barca donde murió. ( Sostiene Ibn Arabí hablando de las epifanías del Ser Divino que uno de los atributos del amante es ser muerto )
Hay otro cuadro de Waterhouse fantástico con la Dama en una barca, adornada con los tapices tejidos por ella,con escenas en medalla, bellísimo también, aunque me figuro que lo conocerás.
Gracias por el análisis de las aliteraciones. Ha sido muy curioso para mí leerlo, y saber de su estructura rítmica.
En cuanto a tu comentario sobre el poema y a los de las personas que han escrito esos tan elogiosos ¿Qué puedo decir? Que son como caricias, y que me emocionan.
Querida Blanca:
ResponderEliminares una sorpresa y un verdadero placer haber recibido tu visita en mi blog. Te agradezco mucho que hayas escrito este comentario en el que me descubres la historia de la Dama de Shalot, porque yo sólo conocía los cuadros de Waterhouse y la vinculación de la Dama con las leyendas sobre Camelot, pero no sabía de los detalles ni los maleficios, y además me encantó la frase de Ibn Arabí que nombraste, porque resulta absolutamente mágica: "uno de los abributos del amante es ser muerto"... Increíble belleza, como la de tus poemas, que poseen una música interna que he intentado explicar mediante la aliteración, aunque fue un ejemplo tan simple... En fin, se podrían hacer análisis muy sesudos sobre ello, pero yo sólo puedo decir que me fascina.
Blanca, eres una gran artista. Gracias por escribir y por regalarnos el placer de las palabras.
Un beso,
Carmen Cabeza
Carmen: no había leído tu respuesta hasta hoy, y otra vez te doy las gracias
Eliminarpor tus palabras, que me animan enormemente.
Que alguien lea del modo en que tú lo haces es lo que todo poeta desea, y me alegro de la serie de amables coincidencias
por las que he llegado hasta aquí.
La primera sucedió ayer junto a la playa. Iba paseando con mi perro y de pronto vi , apoyado contra un muro y al lado de una papelera, el cartel de la conmemoración, en Venecia, del cuatrocientos aniversario de la muerte de Palladio. Era el cartel original, de 1980, y se veía un fastuoso arco interior que daba al campo, con una luz que recordaba a Claudio de Lorena.
Me puse contentísima.
( Continuación) Entonces recordé al amigo arquitecto que de estudiantes me descubrió a Palladio y le envié un wassap con la foto. Me respondió hablándome de la Terra Ferma, donde Palladio construyó sus casas de campo. Como sólo conozco los Palladios de Venecia, me dispuse a estudiarlo. Al ver la Basílica Palladiana en Vicenza quedé fascinada por la Loggia, y al investigar más leí que tenía tal ritmo que podía medirse con música , e incluso con yámbicos. De modo que decidí informarme a ver si averiguaba el modo. Finalmente, se lo encargué a mi amigo, y me enfrasqué buscando yámbicos en castellano. De pronto pensé: tal vez yo misma he escrito alguno, muy contenta. Sin embargo, no encontré nada en los poemas que vi en Google. Como último recurso escribí en el buscador mi nombre y "yámbico": ¡ Y apareció tu blog.!
ResponderEliminarHa sido providencial, porque no sólo he localizado " mi yámbico" sino tu mensaje, tan alentador.
Ahora no escribo casi, y poesía aún menos, pero tengo por ahí un viejo proyecto que me ha venido de nuevo a la mente. Se trata de hacer una antología de los poemas o fragmentos de poemas que más me han gustado a lo largo de mi vida lectora. Tengo el título, " Antología de la Belleza" y algunos poemas recopilados. También un posible hilo para algunas partes.
Al leer tus consideraciones sobre la belleza he pensado que cuando termine con lo que estoy haciendo quizás me ponga a ello, para que puedan leerlo personas como tú.
Querida Carmen: de nuevo, gracias.
Blanca Andreu ( desde el móvil, disculpa erratas)