martes, 27 de diciembre de 2011

Viaje a Granada (II)

Los muros de la Alhambra están repletos de decoración caligráfica, escrituras cursivas y cúficas que contienen versos del Corán, panegíricos que ensalzaban a los reyes nazaríes y también poemas completos, qasidas que circundan las tazas de las fuentes o forman parte de la ornamentación de las salas. Podemos encontrar poemas epigráficos en los arcos de la fortaleza, en las hornacinas paracticadas en sus muros, en las puertas de entrada a las habitaciones, en las fuentes de los patios... La Alhambra no es solo una arquitectura silenciosa; sus muros hablan y cantan, constituyen un goce estético para los sentidos y un mensaje cifrado para el visitante.

En los textos que siguen podréis encontrar, en primer lugar, un extracto del poema grabado en el borde de la fuente de la Lindaraja (o Daraxa) que fue escrito por el poeta árabe Ibn Zamrak; tras él, un extracto del conocido poema de Rafael Alberti Balada del que nunca fue a Granada, que contiene una clara referencia a la muerte de García Lorca; por último, el poema del argentino Jorge Luis Borges titulado Alhambra, que está grabado en un muro de reciente construcción adosado a una de las modernas entradas del conjunto arquitectónico (la del Generalife)


Patio de la Lindaraja


... Soy un orbe de agua
que se muestra diáfano y transparente,

un enorme océano de mármol escogido
cuyas aguas,

en forma de perlas,

corren sobre un hielo

primorosamente esculpido...

...También soy una concha,

y las gotas son perlas

semejantes a las joyas

que un artífice colocó

en la corona de Ibn Nasr...


Ibn Zamrak


Carlos Becerra Photographs


Mi cabeza cana, los años perdidos.


Quiero hallar los viejos, borrados caminos.


Nunca vi Granada.


Dadle un ramo verde de luz a mi mano.


Una rienda corta y un galope largo.


Nunca entré en Granada.


¿Qué gente enemiga puebla sus adarves?


¿Quién los claros ecos libres de sus aires?


Nunca fui a Granada.


Hay sangre caída, sangre que me llama.


Sangre por los mirtos y aguas de los patios.


Nunca vi Granada.


Del mejor amigo, por los arrayanes.


Sangre por el Darro, por el Genil sangre.


Nunca entré en Granada...

Rafael Alberti



ALHAMBRA


Grata la voz del agua

a quien abrumaron negras arenas,

grato a la mano cóncava

el mármol circular de la columna,

gratos los finos laberintos del agua

entre los limoneros,

grata la música del zéjel,

grato el amor y grata la plegaria

dirigida a un dios que está solo,

grato el jazmín.

Vano el alfanje

ante las largas lanzas de los muchos,

vano ser el mejor.

Grato sentir o presentir, rey doliente,

que tus dulzuras son adioses,

que te será negada la llave,

que la cruz del infiel borrará la luna,

que la tarde que miras es la última.


Jorge Luis Borges

2 comentarios:

  1. Preciosos los tres poemas, Carmen, el primero, el de Ibn Zamrak, lo desconocía, también el de Borges, el de Alberti sí lo había leído, pero no pensaba que estaba dedicado a la muerte de Lorca. Me han gustado mucho estas entradas tuyas, imagino que has regresado de un viaje por tierras "granaínas", henchida de arte y arquitectura y también de poesía, por lo que veo. Imagino también que lo habrás pasado en grande, aunque ya no "arriesgues" la vida porque la Carmen de Mérimée esté de visita en la cueva serrana de Curro Jiménez y sus amigos, jeje. Qué cosas tiene la vida, antaño viajar a Granada era considerado poco menos que hoy irse a Afganistán, jaja. Bueno, las leyendas han contribuido a dotar a la ciudad de más magia y fascinación aún.

    Muchos besos y bienvenida a las Asturias.

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  2. Querida Mayte,
    es cierto que he estado de viaje en Granada y, aunque ya la había visitado otras veces, me quedé fascinada de nuevo con su magia especial. Es un lugar al que siempre te dan ganas de volver. Pasé unos días estupendos, me alojé muy cerca de la Alhambra y me harté de hacer fotos a todas horas, porque aquello es de una belleza que te atrapa de continuo. Muchas gracias por tus comentarios, querida Mayte, y muchos besos para ti.

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