Cuento las estrellas en el cielo y
pienso en los ojos de los muertos
que se encienden como faroles para coronar la noche.
Pienso en Ciudad Juárez
y en las bocas de sus mujeres y sus palabras secas
resbalando por sus lenguas atemorizadas
en la hora de la muerte.
Así brillan los ojos de las muertas de Juárez
en las noches ebrias del Paso.
Brillan como luciérnagas moribundas
que se apagan al salir de la maquila,
de la casa,
de la escuela...
(...)
Juárez es un Auschwitz moderno
donde día a día huele a carne quemada
flagelada violada
o un campo de concentración en Atacama
en donde las mujeres se secan como vísceras
expuestas al sol.
Ni la policía mexicana.
Ni la border patrol
Saben dónde están sus huesos
sus nombres
el grito de su sexo pidiendo auxilio
No.
Aquí en Juárez nadie escucha.
Todo es silencio.
(...)
Fragmento del poema Dead woman's city, de Esther M. García (Saltillo, Coahuila)
Imagen: La columna rota (1944) Frida Kahlo
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