Paseo a orillas del mar, de 1909. Retrata a su mujer y a su hija caminando por la playa de Valencia al atardecer, mientras la brisa marina hace ondear sus ropas. Obra de madurez artística que muestra su dominio de la expresividad pictórica y el magistral tratamiento del color y la luz, tendencia que se llamó Instantismo o Luminismo valenciano, enmarcada en el movimiento Postimpresionista español.
Bajo el toldo, Zarautz. Refleja el veraneo elegante de las playas del norte (San Sebastián, Biarritz...) donde suele acudir la burguesía española de principios de siglo.
Exposición en Madrid. Primavera del 2018. Vestidos de época.
Madre (1895). Lienzo que conmemora el nacimiento de su hija menor, Elena. Mar de blancos entre los que solo sobresalen la cabeza de la recién nacida y la de la madre. Transmite mediante la luz y el color intensas sensaciones físicas, con la emoción tamizada en esa blancura de la que emergen las cabezas de ambas, como si todo lo demás, el mundo entero, desapareciera ante esos instantes de intimidad y recogimiento.
Después del baño (1915)
Mucha luz. Un abrazo enorme, Carmen.
ResponderEliminarLuz maravillosa la de Sorolla. Magnífico y un poco infravalorado por ser pintor perteneciente a la burguesía. Para mí, el mejor impresionista español.
ResponderEliminarGracias y un abrazo fuerte, Índigo Horizonte.