sábado, 21 de mayo de 2011

EDWARD HOPPER ( II )

Summertime (1943)

Cape Cod morning (1950)

Morning sun (1952)

Cuadros de mujeres solitarias en habitaciones de hotel, maletas sin deshacer, cafés nocturnos que reflejan la soledad y lo efímero... De fondo, historias rotas, desfragmentación, habitaciones vacías que abren sus puertas al mar.

Western motel (1957)

Siempre ventanas, ventanas grandes para contemplar a través de ellas la vida de los otros. Mientras tanto, la quietud de las figuras femeninas las mantiene inmersas en un profundo estatismo. El vacío infinito de esos espacios y el aislamiento de moteles remotos transmiten una sensación de inmensa soledad.

A woman in the sun (1961)

Hopper, austero, introspectivo, posee una obra pictórica que puede relacionarse con otras artes. Por ejemplo, en fotografía encuentra una prolongación en Joel Meyerowitz, que retrata bares, estaciones y gasolineras de Estados Unidos con la misma perspectiva de modernidad.
Respecto a la literatura, la América de Edward Hopper es la que retratan Steinbeck, Capote o Dos Passos. No se trata de una América idealizada. También Raymond Carver, en sus relatos, se parece a Hopper. Los cuentos de Carver parecen la continuación de un cuadro del pintor, con su serie de moteles, paisajes, gasolineras, neones...
En cine, David Lynch se asemeja a Hopper. Sobre todo en el tratamiento del color (Mulholland Drive y Twin Peaks)
En arquitectura es, de alguna manera, similar a Le Corbusier: un combate entre lo racional y lo misterioso.

4 comentarios:

  1. Qué bonitas imágenes, cuánto me sugiere esa figura femenina.... Parecen momentos de espera.
    Bsss

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  2. Tienes razón, Esme; hay historias contenidas en cada uno de los cuadros, por eso quiero completar las imágenes con una explicación. Hopper era un pintor impresionante y esas figuras femeninas merecen un análisis detallado. Bsss

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  3. Ais, quien fuera retratada por Hopper. Bonito bonito.
    Un besito.

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  4. ¡Qué razón tienes, Angels!
    La que tuvo ese privilegio fue su esposa, Josephine, que fue el modelo de, prácticamente,toda su obra.
    Pero,¿sabes?, a mí también me gustaría ser la mano que estaba detrás, la mirada que supo plasmar la realidad en una serie de imágenes que a nadie dejan indiferente...
    Gracias por tu comentario. Un besito.

    Carmen Cabeza

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