jueves, 28 de julio de 2011

Tres canciones

Las canciones de mis tres últimas entradas forman parte de una maqueta realizada en el estudio de grabación de unos amigos durante el verano del 2010. Ellos me proporcionaron los fondos musicales y yo canté diez temas que ahora, poco a poco, iré presentando en mi blog.



Summertime: Es una de las canciones más versionadas de la historia: se cree que ha sido cantada por más de tres mil vocalistas (conocidos). Originalmente fue compuesta por George Gershwin como una aria de ópera, con letra de DuBose, Ira Gershwin y Dorothy Heyward, para la ópera Porgy and Bess, de 1935. Gershwin empezó a escribir esta canción en diciembre de 1933, en un intento por captar el folklore de la música afroamericana de aquella época. Se trata de una canción de cuna. En la obra se canta tres veces, una en cada Acto de la ópera, pero la canción pasó a convertirse en un clásico del jazz, siendo interpretada por Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Sarah Vaughan, Bessie Smith, Janis Joplin, Louis Armstrong, Miles Davis, Diana Krall, Paloma San Basilio... la lista de nombres es enorme. Personalmente, considero que hay dos versiones insuperables: la más jazzística, en la cálida voz de Ella Fitzgerald, magistral, con unos giros vocales impecables; y la psicodélica, desquiciada y sobrecogedora interpretación de Janis Joplin, con su voz aguda estirándose al filo de la navaja, casi a punto de romperse, como efectivamente se rompería del todo poco después, cuando la cantante murió por culpa de una sobredosis. ¡Impresionante!





Je ne regrette rien llegó a tener tanta popularidad que ha llegado a convertirse en un himno. Su mensaje: "no me arrepiento de nada", lo podemos ver graffiteado en este muro, con el título de la canción traducido al inglés. Cuando la imagen de una cantante llega a convertirse en protagonista de esos altares anónimos erigidos por el pueblo, sabemos que ha llegado a ser parte de él, de sus recuerdos, de sus sueños, de su imaginario colectivo. Este mensaje, lanzado como un grito de rabia, constituye un germen, una resurrección, un principio de vida. Cuando Piaf dice "Je m'en fous du passé" ("me importa un bledo el pasado"), se encuentra desahuciada, casi al final de su vida, pero, a pesar de todo, se identifica plenamente con ese "mi vida comienza hoy", el ayer ha sido "pagado, barrido y olvidado" ("c'est payé, balayé, oublié..."); "je repars á zero" (vuelvo a empezar desde cero...)


Con música de Charles Dumont y letra del escritor Michel Vaucaire, la canción fue escrita en 1956 y cantada por varios artistas que no lograron hacerla conocida en Francia, hasta que, en la voz de Edith Piaf se convirtió en una pieza emblemática.


Hacia un año que la cantante había decidido retirarse de los escenarios debido a sus problemas de salud, pero Dumont y Vaucaire contactaron con Edith (a mediados de 1960) para que grabara una canción que, según los compositores, parecía escrita justamente para ella. Al principio, la Piaf se mostró reticente, pero cuando por fin decide escuchar "Non, je ne regrette rien", se queda fascinada. Según cuenta Dumont: "Cuando empecé a tocar el piano, la actitud de Piaf cambió de inmediato. Me hizo tocar una y otra vez, tal vez unas cinco o seis veces. Dijo que la canción era magnífica, maravillosa, que fue hecha para ella".


Y, por supuesto, el éxito fue total. Tanto que, hoy en día, los dos títulos asociados a su carrera son, sin duda, "La vie en rose" y "Non, je ne regrette rien". Pero Edith Piaf no pudo disfrutar mucho tiempo más de los escenarios. Tres años después, el 10 de octubre de 1963, se produce su fallecimiento, a la edad de 47 años. La mala salud, su adicción a la morfina y los sufrimientos de toda una vida pusieron, prematuramente, punto final a su existencia.






Cry me a river es una balada "jazzy blues" imaginada, en principio, para Ella Fitzgerald como parte de la banda sonora de una película ambientada en los años 20. Al final, la canción no fue incluida en el film, así que la primera en cantarla, en el año 1955, fue Julie London, que convirtió la canción en un gran éxito. El compositor era un músico prácticamente desconocido, Arthur Hamilton, amigo de la London, que luego compuso varias canciones para cine y televisión.

Julie London poseía una voz íntima, grave y sensual, que se adaptaba muy bien al registro del jazz y el blues. Grabó muchos álbumes, además de trabajar como actriz para el cine y la televisión.
Joe Cocker y Michael Bublé, entre muchos otros, hicieron versiones de esta canción, así como Ella F., Natalie Cole, Barbra Streissand, Diana Krall ... ¡y la mismísima Susan Boyle!


Personalmente, mi interpretación favorita es la de Barbra Streissand en televisión, en el show de Dinah Shore, mayo de 1963 (podéis verlo en YouTube). Su actuación resulta espectacular...