miércoles, 27 de junio de 2012

El desayuno

Me gustas cuando dices tonterías,

cuando metes la pata, cuando mientes,

cuando te vas de compras con tu madre

y llego tarde al cine por tu culpa.

Me gustas más cuando es mi cumpleaños

y me cubres de besos y de tartas,

o cuando eres feliz y se te nota,

o cuando eres genial con una frase

que lo resume todo, o cuando ríes

(tu risa es una ducha en el infierno),

o cuando me perdonas un olvido.

Pero aún me gustas más, tanto que casi

no puedo resistir lo que me gustas,

cuando, llena de vida, te despiertas

y lo primero que haces es decirme:

"Tengo un hambre feroz esta mañana.

Voy a empezar contigo el desayuno."

Poema de LUIS ALBERTO DE CUENCA
Imagen de Francis van Hove

4 comentarios:

  1. ¡Anda, endecasílabos blancos! Buena idea esta de convertir en motivos de amor los pequeños detalles de la rutina diaria, y terminar el poema con algo excepcional contado como si fuera rutinario. Me gusta mucho, estupenda elección.

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  2. Me encanta encontrarme con gente que sabe tanto de lírica, porque no es habitual hablar de endecasílabos, heptasílabos, versos blancos, etc. Se nota que dominas la cuestión métrica, y eso no abunda. Muchas gracias por tu comentario. A mí también me gusta este poema de L.A. de Cuenca, poeta cultísimo, libresco, pero que sabe hacer poesía con lo cotidiano y aparentemente banal, como un desayuno.

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  3. Eres sofisticada. En tus escritos. Y en los ajenos...

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