viernes, 18 de marzo de 2011

Cabaret, la película




Ya tenía ganas de hablar de cine. En concreto, de una de mis peliculas favoritas, (para mí el mejor musical de todos los tiempos)... Brillante, irónico, mordaz, con una intensidad que le viene dada por la base literaria, ya que el argumento está sacado de la obra semi-autobiográfica de Chistopher Isherwood, más concretamente de su novela Adiós a Berlín, publicada en 1939. Isherwood viajó a Alemania en 1930 y allí trabajó como profesor de inglés. Conoció al novelista E.M. Forster, y entre otras muchas personas, a una mujer, Jean Ross, que le inspiraría el personaje de Sally Bowles en Adiós a Berlín, el libro donde se tratan las complejas relaciones de una serie de personajes marginales que viven, como pueden, sus desordenadas vidas como exiliados en un Berlín que asiste, incrédulo, al surgimiento del fascismo nacionalsocialista. El cabaret es un lugar de evasión donde la gente acude para olvidarse de la amarga realidad cotidiana: la inflación, el miedo, la xenofobia... Mientras tanto, el nazismo se está incubando, el "huevo de la serpiente" está convirtiéndose en un enorme engranaje de poder que ya ha dado muestras de su violencia. Christopher Isherwood abandonó el país en 1933 por sus diferencias con el régimen nazi y el temor a la persecución.


La mayoría de nosotros ha conocido Cabaret a través del cine, en la película del mismo título dirigida por Bob Fosse. El talento de Fosse unido a la impresionante actuación de Liza Minnelli en el papel de la cantante Sally Bowles, dio como resultado una de las mejores películas musicales de la historia del cine. Aparte de la calidad de la coreografía o la puesta en escena, contiene fragmentos de increíble tensión dramática. Una escena, por sí sola, merece el visionado de la película: tres de los protagonistas se encuentran de excursión en el campo, y se paran en una cervecería al aire libre a tomar algo. Hace sol, hay familias comiendo, un grupo de niños rubios... Todo resulta muy idílico. De repente, uno de ellos se levanta y empieza a cantar una melodía muy dulce, a la que, poco a poco, se van incorporando otras voces, las de otros niños y adultos del local, pero la cancion va cobrando un tono más violento, se convierte en un himno militar, el chico rubio extiende el brazo al frente esgrimiendo el saludo fascista y la cámara se acerca a su brazo mostrándonos la cruz gamada en su manga. Toda la escena está rodada de forma tan magistral que nos sirve para entender perfectamente el nacimiento del nacismo, sin falta de leer un libro de historia.

Cabaret es una película de importante trasfondo político, pero los números musicales son los que la convierten en algo espectacular. Canciones como "Willkommmen, bienvenue" o "Money, money", se siguen escuchando con el mismo placer de hace treinta años. La coreografía de "Mein herr", con Liza Minnelli y un ballet de chicas encima de una silla, se ha convertido ya en un clásico del cine. Cabaret nace como musical de Broadway en los años 60, para ser representado en el teatro y allí, en el escenario, es donde transcurre la mayor parte de la obra, en un local berlinés de poca monta llamado el Kit Kat club. Alli Emcee, el maestro de ceremonias, canta, baila y presenta el espectáculo con monólogos llenos de descaro y sarcasmo, pero la protagonista indiscutilble es Sally Bowles, la cantaste solista del club.



Corre el rumor de que cualquier actriz llegaría a matar por conseguir el papel de Sally Bowles... Sally adora los escenarios por encima de todo; es capaz de arrriesgar cualquier cosa con tal de actuar. Descarada, espontánea, llena de vida, transmite una contagiosa vitalidad. Perdedora en cada nueva relacion amorosa que emprende, conmueve por su inocencia a pesar de su promiscuidad, porque posee rasgos de ingenuidad infantil.
Quizá uno de los mejores momentos de la película lo alcanza Sally, (una magnífica Liza Minnelli en la película de Fosse), cuando canta "Cabaret", una canción de gran dificultad vocal, llena de contrastes, con una voz profunda y ancha en la que afirma, sin paliativos, que la vida es un cabaret sin fin...

"Start by admitting from cradle to tomb / isn't that long a stay /
life is a cabaret, old chum, / it's only a cabaret, old chum, /
and I love the cabaret!!"

Que traducido, aproximadamente, viene a decir: "Admitamos que, de la cuna a la tumba, el viaje se pasa en un vuelo... La vida es un cabaret, tío; no es más que un cabaret, viejo... ¡ ¡Y yo adoro el cabaret! !"
Sin duda, como dice Sally Bowles en su canción, la vida es un inmenso cabaret, un escenario interminable donde se representan a diario la muerte, el amor y la vida; donde cualquier director de escena daría a los actores la instrucción más importante: "Pase lo que pase, el espectáculo debe siempre continuar"

4 comentarios:

  1. Y que bien la canta mi Carmen...!!!
    UN beso, hermosa.

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  2. Gracias, amiga. Cuando aprenda a descargar mis audios al blog, (¡no tengo ni la más remota idea de cómo hacerlo!), podré subir alguna cancioncilla... Gracias y un besito.

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  3. Demasiado hermoso tu blog, gracias por tu generosidad y apertura. Mare desde Chile

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  4. Gracias, Mare, por tu comentario, y encantada de conocerte. Un beso,
    Carmen Cabeza

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