La carne cubre el hueso
y dentro le ponen
un cerebro y
a veces un alma.
y las mujeres arrojan
jarrones contra las paredes
y los hombres beben
demasiado
y nadie encuentra al
otro
pero sigue
buscando
de cama
en cama.
la carne cubre
el hueso y la
carne busca
algo más que
carne.
no hay ninguna
posibilidad:
estamos todos atrapados
por un destino
singular.
nadie encuentra jamás
al otro.
los tugurios se llenan
los vertederos se llenan
los manicomios se llenan
los hospitales se llenan
las tumbas se llenan
nada más
se llena.
CHARLES BUKOWSKI
Buena elección.
ResponderEliminarEspero que estés bien
Besitos
Gracias, amiga. Ya sabes, tirando para adelante... Besos
ResponderEliminarPero en realidad, nunca se llena.
ResponderEliminar¿Sabes que tu poema me recuerda a una daga? No solo en la forma. Muy bueno! Besos)
Ahora que lo dices, sí tiene forma de daga visualmente... Quizá el autor lo dispuso así, en versos muy cortos, a veces palabras solas, lo mínimo, para formar una especie de ideograma... Tienes mucha imaginación y perspectiva visual, guapa. Por lo demás, el poema hiere como una daga, muy propio del corrosivo y gran Bukowski... Besos
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